Hablar en un foro internacional es una experiencia transformadora. Representa una plataforma para compartir ideas, visiones y propuestas con actores clave de diferentes regiones del mundo. Para quienes buscan posicionarse como referentes, este escenario es una oportunidad para potenciar su voz y su impacto. A continuación, comparto tres aprendizajes claves que he adquirido al participar en eventos globales:
1. No representas solo una organización, representas a tu país.
En un foro internacional, cada palabra, cada postura y cada propuesta trasciende lo personal. Hablas como embajador de tu realidad, de los problemas que enfrenta tu comunidad, pero también de sus fortalezas. Saber comunicar desde la experiencia local con una mirada global es esencial para conectar con la audiencia y generar empatía.
2. La claridad del mensaje es más importante que el tiempo en escena.
En muchas ocasiones, los espacios para intervenir son breves. Tener un mensaje claro, conciso y con un llamado a la acción puede marcar la diferencia entre una intervención más y una que inspire. Las ideas complejas deben poder explicarse en palabras simples. Practicar tu pitch y dominar los tiempos es una habilidad que se entrena.
3. La red que construyes vale tanto como el discurso que compartes.
Los foros internacionales no son solo para hablar, sino para escuchar, aprender y conectar. Las personas que conoces, los contactos que haces y las conversaciones que se generan en los pasillos pueden abrir puertas a colaboraciones, proyectos y alianzas a largo plazo. Prepárate para construir relaciones que vayan más allá del evento.
Participar en estos espacios requiere preparación, estrategia y autenticidad. Pero sobre todo, requiere convicción en la causa que defiendes. Cuando hablas desde el propósito, el mundo escucha.